; Uso eficiente del suelo – Una perspectiva química | Mantilla Global Chem

Por: Paúl Ger

Importancia de la química en la nutrición de cultivos

Los cultivos y su nutrición están muy conectados a los ciclos biogeoquímicos de cada elemento que forma parte de la biota, el conocer el movimiento de los elementos químicos principales en el suelo, aire y agua ofrece una herramienta en la toma de decisiones para el cuidado de nuestra agricultura y los costos que tiene su manejo.

Se debe considerar que varios de los nutrientes que necesitamos para el crecimiento de la flora ya se encuentran presentes en nuestro suelo, pero desventajosamente en algunos casos la naturaleza “atrapa” estos nutrientes lo que impide que puedan usarlos las plantas. Este es el motivo por el cual es importante conocer la química que está detrás de la inmovilización y disponibilidad de los elementos químicos de interés agronómico.

Factores que afectan la disponibilidad de nutrientes para la planta

Entre todos los factores que determinan cambios en los elementos químicos presentes en nuestros cultivos, se puede considerar que los parámetros de solubilidad, estado de oxidación, pH y cargas iónicas son los de mayor influencia.

Para ejemplificar la importancia de dichos parámetros, tenemos al Nitrógeno (N2) que aun siendo el elemento más abundante en la atmósfera, su poca biodisponibilidad para la planta nos obliga a suministrar nitrógeno en otros estados de oxidación. Las formas nitrato (NO3-) y nitrito (NO2-) son las especies de nitrógeno más asimilables por las plantas, pero su alta solubilidad representa grandes desperdicios por lixiviación, es ahí donde la ionicidad juega un papel fundamental para obtener una forma de nitrógeno que perdure un poco más en el suelo: el amonio (NH4+), cuya carga positiva le permite alojarse en los aluminosilicatos del suelo convirtiéndose en una reserva de nitrógeno asimilable para cuando la planta lo requiera.

En el mismo caso, se puede decir que el pH facilita el cambio hacia uno u otro estado de oxidación del nitrógeno, esto debido a la presencia de distintas cepas bacterianas tipo nitrosomonas y nitrobacter que a un pH ácido se inactivan. Así como en el ejemplo expuesto, el parámetro potencial hidrogeno del suelo y agua modifica los estados de oxidación de la mayoría de micronutrientes, favoreciendo o perjudicando su disponibilidad para la planta.

Efecto del pH del suelo en la absorción de nutrientes.

Entre los factores antes mencionados, el pH es una variable que podemos modificar en el suelo y con lo cual favorecer las condiciones para que los micronutrientes conserven las formas químicas de mayor disponibilidad para las plantas.

Tal cual se observa en la tabla anterior, los estados de oxidación menores favorecen la absorción en la planta, para el caso del Hierro (+2, +3) y Manganeso (+2, +4, +7) un pH básico en el suelo ocasiona la formación de hidróxidos, bicarbonatos u óxidos, que son compuestos que tienen una baja solubilidad o precipitan. Por todo esto es muy común que se recomiende un pH entre 5,5 – 6,5 para los suelos agrícolas. En el caso de Ecuador por su granulometría y tipo de suelo el pH favorable se encuentra entre 5,2 – 5,8, pero en la generalidad de los casos un pH ácido favorece la liberación de la mayoría de nutrientes que el suelo dispone. Queda en evidencia que dentro de nuestras prácticas agrícolas la caracterización periódica de nuestro suelo y el uso de productos tipo acidificantes, desalinizantes, compactantes y enraizadores nos permite optimizar los gastos de fertilización aprovechando al máximo la capacidad propia del suelo en nutrición.

En el artículo comentamos un poco de la sinergia entre la ciencias químicas, ambientales y agrícolas, y su consecuencia en la nutrición y manejo de cultivos, queda pendiente el efecto del agua que es el vehículo universal de todos los nutrientes y plaguicidas que llegan a nuestros cultivos por la profundidad y relevancia de este tema le dedicaremos otro segmento. 

Referencias

Atlas, R. M., & Bartha, R. (2012). Ecología Microbiana y Microbiología ambiental. Madrid: Pearson Educación.

Fairweather-Tait, S., & Hurrell, R. (1996). Bioavailability of Minerals and Trace Elements: Members of EC Flair Concerted Action No. 10: Measurements of micronutrient absorption and status. Nutrition Research Reviews, 9(1), 295-324. doi:10.1079/NRR19960016

VALAGRO spa. (2014). Los microelementos en la nutrición vegetal. Italia: META srl.

Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
Global Chem
Hola 🖐,
¿Podemos ayudarte?